No me impongas tu
verdad¿Tiene alguien
derecho a imponerme sus valores?
Autor:
Interrogantes.net | Fuente: Interrogantes.net
¿DA LO MISMO UNA
RELIGIÓN QUE OTRA?
Charles Moore,
director del Sunday Telegraph, relató hace unos años su conversión al
catolicismo.
Moore buscaba la
religión verdadera, ante el asombro de sus amigos que le decían que daba igual
una religión que otra, y que lo único importante era el deseo de hacer el bien.
Él disentía completamente y replicaba: «Eso sería como si unos médicos se
reunieran en torno a un paciente y concluyeran: "Bueno, todos queremos que
mejore, así que todos los tratamientos que propongamos serán igualmente buenos".
Sin embargo, es evidente que no sucede así. Dar con el tratamiento adecuado
puede ser cuestión de vida o muerte».
Es cierto que
personas de religiones distintas reciben de sus creencias aliento y enseñanza
para ser mejores. Todas las religiones distintas de la verdadera contienen y
ofrecen elementos de religiosidad, que proceden de Dios, y que reflejan un
destello de aquella Verdad que ilumina a todos los hombres. Pero deducir de eso
que todas las religiones son iguales, o que da igual una que otra, sería mucho
deducir.
A la hora de
elegir religión, hay que preguntarse sobre todo qué puerta es la verdadera, no
cuál es la que más nos gusta por sus adornos o atractivos externos. No basta la
buena intención, pues no se puede olvidar cuánto mal ha sucedido en la historia
en nombre de opiniones e intenciones buenas.
Cada hombre tiene
la obligación -y también el derecho- de buscar la verdad en materia religiosa,
a fin de que, utilizando los medios adecuados, llegue a formarse rectos y
verdaderos juicios de conciencia.
-Entonces, lo que
importa para salvarse es vivir de acuerdo con la propia conciencia.
Cuando se habla
de vivir de acuerdo con la conciencia, algunos lo entienden como un simple
vivir conforme a lo que cada uno subjetivamente piensa, como si en las cuestiones
religiosas y morales no hubiera nada objetivo. Pero no siempre basta con seguir
la conciencia, pues a veces su voz puede ser ahogada, o puede ser errónea. Por
ejemplo, Hitler escribió pocas horas antes de morir que no se arrepentía de
nada, que de nada pedía perdón porque afirmaba seguir de buena fe su
conciencia...
La conciencia no
es un simple reducto del subjetivismo, sino el lugar donde se da la apertura
del hombre hacia la verdad, hacia Dios. El hombre, si busca, tiene posibilidad
de conocer el camino que le conduce a la verdad.
Y obedecer a la
conciencia en ese camino puede exigir un notable esfuerzo. Supone no dejarse
guiar solo por lo que a uno le apetece, sino mirar alrededor, purificarse y
tener el oído atento a la escucha de la voz de Dios para ponerse en camino
hacia la verdad.
Solamente así se
puede entender en qué consiste la grandeza de la fe. Y las diferentes
religiones pueden suministrar elementos que nos conducen hacia ese camino, pero
también nos pueden desviar de él.
-¿Entonces, la
Iglesia no admite que el cristianismo sea una vía de salvación entre otras
muchas?
La Iglesia
sostiene que Jesucristo no es un simple guía espiritual, o un camino más hacia
Dios entre otros muchos, sino el único camino de salvación.
-¿Y eso no es una
afirmación un poco arrogante por parte de la Iglesia?
Pienso que no. Lo
natural es que un creyente musulmán reconozca a Mahoma como profeta, o que un
fiel hebreo escuche la Torah como la palabra de Dios. Lo que dice la Iglesia
católica no supone menosprecio ni falta de consideración hacia otras
confesiones religiosas. Dice que Jesucristo es el único camino de salvación,
pero también dice claramente que Dios salva a los no cristianos que se hacen
merecedores de ello.
La salvación -por decirlo de un modo un tanto
informal- es monopolio de Dios, no de los cristianos. Dios da a todos los
hombres luz y ayuda para salvarse, y lo hace de manera adecuada a la situación
interior y ambiental de cada uno.
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